Alejandro Catterberg en “Cada mañana” con Marcelo Longobardi

30/03/2020

Alejandro Catterberg, director de Poliarquía Consultores, dialogó con Marcelo Longobardi en “Cada mañana” por Radio Mitre, acerca de la actualidad del país.

 

A continuación se exhibe la entrevista desgrabada del 30 de marzo 2020:

ML: Poliarquía presentó en estos últimos días un trabajo muy importante respecto de los argentinos y el coronavirus con aspectos interesantes que Alejandro Catterberg describe en su informe. ¿Qué está pasando hoy con los argentinos?

AC: Estamos haciendo encuestas. Con respecto al coronavirus, hay un alto nivel de preocupación que crece exponencialmente como la pandemia a nivel mundial. En la primera semana de marzo el 28% de la gente decía que estaba muy preocupada. La semana pasada el 70% está muy preocupada. El 50% de la gente dice que está con mucho miedo.

ML: ¿Notaste alguna diferencia respecto a si los jóvenes están más o menos preocupados que el resto de la población?

AC: En estas magnitudes de escala cuando tenés el 80%-90% de la sociedad preocupada, las diferencias son menores. De cualquier manera hay una correlación con la edad: los mayores muestran más preocupación y una mayor probabilidad percibida de que se lo pueden contagiar que los jóvenes. No hemos visto diferencias por sector socioeconómico. Tanto en los niveles bajos, medios y altos el miedo es similar. El impacto económico se siente en todos las sectores sociales, claramente a distintas escalas. En los sectores más bajos la gente está preocupada por perder el trabajo y que no le alcance la plata para comer, y los sectores medios o altos están preocupados porque su empresa, pyme o comercio desaparezca después de haberle dedicado toda una vida para sostenerlo.

ML: En el informe encuentro que siete de cada diez argentinos refieren una preocupación relevante por su situación económica en relación a esta pandemia.

AC: Esos siete dicen que están muy preocupados. Hay otro 20% que se consideran bastante preocupados, y lo que llama la atención es el 10% de argentinos que dicen que tienen poco o ningún grado de preocupación. Y eso se deriva en la cuestión política local.

Lo que está reflejando esto hasta ahora es un nivel de apoyo a las medidas que ha tomado el Presidente Alberto Fernández muy importante y significativo con la cuarentena. Y niveles de aprobación a su gestión y a su trabajo que vienen en aumento. En estos primeros tres meses de gobierno, el Presidente había tenido niveles de aprobación relativamente buenos -67%, 66% de aprobación-, y en estas últimas semanas ese nivel ha ido subiendo y hoy lo tenemos en más del 75% de aprobación. Este fenómeno no es exclusivo de Alberto Fernández; en la mayoría de los países del mundo, la primera reacción de la población hacia sus líderes es de consolidación y de apoyo. Tenemos que ir viendo cómo evoluciona.

Primer conclusión: lo que estamos viendo es el fortalecimiento del Presidente Fernández. En términos de apoyo social, hoy hay un consenso alrededor de su figura. Y en términos políticos ocurre lo mismo, es decir, lo que la dirigencia política y los factores de poder -sindicatos, empresarios, medios de comunicación, la Iglesia- toman como referencia de comando de poder en este país. Alberto Fernández se ha ido consolidando claramente, ya no discutimos más quién manda en este país, quién toma las decisiones. También contribuyó en ese sentido la desaparición pública de la figura de la ex Presidenta y actual Vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.

Entonces hay una doble consolidación de la figura de Alberto Fernández: por un lado, en términos de opinión pública y apoyo social, y por el otro, su fortalecimiento político. Hay un segundo nivel que es la consolidación, no sólo del Presidente, sino de aquellos políticos asociados a la búsqueda del diálogo y del consenso en un contexto donde la emergencia social y económica lo requiere y la sociedad lo demanda. Por el contrario, hay una pérdida de protagonismo de los dirigentes que juegan más a la polarización y a la confrontación. Ahí hay dos números muy significativos, que pueden resultar antipáticos para cada lado de las coaliciones: Alberto Fernández hoy tiene 30 puntos más de imagen positiva que Cristina Kirchner, y Horacio Rodríguez Larreta tiene 30 puntos menos de imagen negativa que Mauricio Macri. La sociedad está premiando a los sectores moderados dialoguistas de ambos lados de cada coalición.

ML: Estaríamos viendo una suerte de nuevo orden político. Por un lado, el Presidente Fernández y el Jefe de Gobierno Porteño Larreta, y del otro lado quedan Mauricio Macri y Cristina Kirchner.

AC: Esas tendencias estaban antes de que ocurriera esta tragedia. Al interior de ambas coaliciones había distintas visiones sobre el modo de encarar la política o los estilos de liderazgos. Estaban los dirigentes que -dentro de las diferencias- buscaban espacios comunes, y estaban aquellos que jugaban a las divisiones y las confrontaciones. Esta tragedia lo que está haciendo por ahora es poner en un rol más protagónico a los sectores moderados.

ML: ¿Qué aspectos de esta situación observarías como elementos a tener en cuenta? Por ejemplo, posibilidades de que ocurran desbordes como es el caso de Italia.

AC: La experiencia que tenemos hasta ahora es que sabemos que si en Francia, España, Italia, EEUU en términos de manejo de salud esto se desbordó, por qué no se iba a desbordar acá si el Gobierno no tomaba las medidas tan severas que ha tomado y con tanta anticipación. Eso genera un costo económico muy alto que va a ir evolucionando con los días, y ese es el principal trade-off que el gobierno va a tener que hacer. De cualquier manera, Argentina tiene una cobertura social que lo puede proteger. Y nuestra economía está tan golpeada y es tan improductiva que el shock -en términos relativos comparándola con economías mucho más competitivas y productivas- debería ser menor.

ML: Existen una serie de modelos, eventualmente, por un lado están Trump y Bolsonaro -que sobreponen a la economía sobre la salud pública-, hay modelos intermedios como Suecia o Alemania, y modelos con un sesgo más marcado hacia la salud pública como es la Argentina y otros casos que han entrado en esta variante como consecuencia de haber entrado en una crisis más profunda -Italia, Francia y España.

AC: El tema es que si se desborda el sistema de salud, esas posiciones intermedias son difíciles de sostener. Si Argentina llegara a tener -como tienen España o Italia hoy-cuatro Cromañón por día, 800 muertos por día, cuántos días un Gobierno puede sostenerse así sin hacer un cierre absoluto. Uno tiende a suponer que Argentina está muy lejos en términos de sistema de salud de los países que han optado por un modelo intermedio, y ahí se va a jugar la sustentabilidad de los apoyos que recién mencioné. Cuánta capacidad tiene el Estado de seguir llegando a los sectores más golpeados -en todos los niveles, porque esto golpea mucho más a la gente que se queda sin trabajo, pero también a los empresarios que tienen que pagar los sueldos y sostener el trabajo.

ML: Uno podría decir que hay diversos modelos de cuarentena. El de Argentina sería un modelo preventivo, con pocos casos al menos por ahora, y hay modelos de cuarentena aplicada luego de una crisis. Acá hay un tema para mirar, y es que nuestro modelo va a tener que prolongarse como consecuencia de que es preventivo. Según lo que dijo el Ministro Ginés González García, la pandemia llegará en mayo, y según sugieren en la Ciudad de Buenos Aires, en la segunda semana de abril. Sería contradictorio levantar la cuarentena cuando llegue la pandemia.

AC: Cada día que pase es un tiempo valioso para que los gobiernos puedan ir preparándose, capacitando personal, comprando equipamiento. Acá la variable principal es ganar tiempo. La pregunta es cuáles son los costos de ganar tiempo y cómo el Gobierno maneja la situación social. Las tragedias no se reducen solamente a las muertes que va a generar el coronavirus, las tragedias son económicas, sociales, personales, 80% de la gente viviendo con miedo, violencia intrafamiliar, días de escuela perdidos, etcétera. El impacto es muy duro y todo esto está ocurriendo en un contexto internacional bastante desordenado, con liderazgos llamativos, con una descoordinación mundial muy fuerte. Con un país periférico como el nuestro no hay coordinación regional ni guías internacionales, es navegar a oscuras en un contexto muy complicado.

Por ahora la sociedad está apoyando a Alberto Fernández. Por ahora la política está cerrando filas alrededor de su figura. Pero si como vos mencionás, la situación de desbanda, no sabemos cómo evolucionará.

 

Para visualizar la nota haga click aquí