Alejandro Catterberg en “Cada mañana” con Marcelo Longobardi

27/04/2020

Alejandro Catterberg, director de Poliarquía Consultores, dialogó con Marcelo Longobardi en “Cada mañana” por Radio Mitre, juntos analizaron la actualidad del país.

ML: Recibí un informe muy interesante sobre el avance del coronavirus en el país formulado por Poliarquía. Alejandro, te propongo un repaso de los aspectos más relevantes del informe.

AC: Desde Poliarquía estamos haciendo un monitoreo sistemático de la opinión pública. Todas las semanas hacemos un relevamiento para ver cómo los argentinos están reaccionando y opinando sobre la crisis desatada por el coronavirus. Estos datos corresponden a la tercera semana de abril y el trabajo se finalizó dos días antes del anuncio de la nueva extensión de la cuarentena.

Hasta la semana pasada sabemos que sigue en línea general el clima de opinión del último mes y medio: muy alto el nivel de preocupación de la sociedad frente al coronavirus, sigue muy alto también el nivel de miedo -incluso en términos internacionales Argentina es uno de los países que manifiesta tener más miedo-, sigue muy alto el apoyo al gobierno Nacional, a Alberto Fernández y a casi totalidad de los dirigentes políticos que están en responsabilidad de luchar en este contexto con la pandemia. Tanto la imagen de Horacio Rodríguez Larreta Larreta como la de los gobernadores y de los intendentes del conurbano están en niveles históricamente altos.

También sigue muy alta la proporción de personas que dice que está teniendo un impacto económico sobre su situación familiar pero por ahora en esta discusión entre la economía y la salud sigue predominando la salud.

ML: Acá yo marqué uno de los puntos más relevantes del trabajo de Poliarquía: la gente opina que hay que mantener la cuarentena aunque ello genere dificultades económicas en un 78%.

AC: Esa línea general continúa observándose desde que comenzó este proceso. Ahora, en ese contexto general, uno empieza a detectar matices o cambios de tendencias. Desde la semana pasada empezamos a ver que comienzan a caer los niveles de preocupación. La gente que dice que estaba muy preocupada por el coronavirus hace un mes era el 70%, la semana pasada fue el 55%. Cayó cuatro puntos la aprobación de Fernández y siete puntos la del gobierno.

También observamos que empezó a decrecer la cantidad de gente que decía que bajaba su apoyo a la cuarentena. Es un sector minoritario de la población pero ese dato que acabás de mencionar, hace dos semanas era del 84%y pasó a 78%. Es decir, entre seis y ocho puntos menos en distintas preguntas de personas que decía estar de acuerdo con prolongar la cuarentena. Además, comenzó a caer -alrededor de seis puntos- el porcentaje de población que dice tener altas o muy altas chances de contagiarse. Hace dos semanas llegaba al 40% y la semana pasada esa proporción bajó seis puntos.

Por último, también vimos el impacto disparejo en términos económicos que esta crisis está generando de acuerdo a la situación ocupacional de la población. Los que más están sufriendo son los independientes y cuentapropistas. Esto no tiene que ver con el ingreso económico: un independiente como un escribano, un jardinero o alguien que se maneja por sí sólo vendiendo lo que puede están sufriendo fuertemente.

¿Por qué destacar esta situación tan particular entre cómo están viviendo la crisis los empleados estatales, los privados y los independientes? No es cuestión de marcar algún discurso ideológico o político, sino que nosotros desde el análisis de la opinión pública, lo hacemos es intentar de entender un resultado descomponiéndolo hacia su interior. Es decir, identificar qué variables explican estas cuestiones. En el análisis de estos datos, lo que hoy identificamos como variable explicativa de las diferencias de estos resultados es la situación ocupaciones de la población. Y es bastante razonable: por ejemplo, el 2% de los empleados estatales dicen que se quedaron sin ingresos a raíz de esta crisis, mientras que entre los trabajadores independientes o cuentapropistas esa cifra aumenta al 34%.

Entonces la diferencia sociológica que está explicando las diferentes opiniones tiene que ver principalmente -aunque no únicamente- con el tipo de trabajo de la población. Los empleados estatales entonces están en una situación mucho más segura: no tienen el nivel de miedo a perder el empleo que tienen los otros grupos sociales ni están sufriendo ajustes de salarios. Incluso preguntamos cómo está afectando esta situación en el estado anímico de los entrevistados, y alrededor del 14% de los empleados estatales afirman estar estresados o angustiados, pero entre los trabajadores independientes esa proporción más que se duplica.

Todo este estudio nos ponía en contexto de lo que estaba ocurriendo hasta el pasado viernes. Ahora, luego del anuncio del Presidente y la respuesta de los gobernadores habrá que ver cómo evoluciona la opinión pública. Quizás el dato político más importante del anuncio del Presidente es que se rompió la coordinación entre Nación y gobernadores.

ML: Y eso  se está agravando. El Presidente dijo “no podemos mantener a la gente en un encierro eterno”, contestando a los gobernadores respecto a los paseos recreativos.

AC: No termino de entender cuándo y por qué se rompió esta luna de miel, idilio o coordinación que había entre el Presidente y los gobernadores. De repente pareciera que no solo el Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires se enteró por la anuncio de Alberto Fernández de que cabría la posibilidad de que la gente saliera de sus hogares aunque sea una hora, sino que incluso los gobernadores aliados se enteraron por la televisión. En este punto se está generando una tensión que hasta la semana pasada no existía. Por algún motivo, esa coordinación se rompió. Y es un dato que puede tener consecuencias políticas, seguramente coyunturales siendo que en este contexto tan dramático las cosas pasan muy rápido.

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